Todo comenzó cuando la víctima dejó su bicicleta atada con un candado en el frente de una peluquería ubicada en Pampa y Sarmiento y entró a cortarse el pelo.
Desde adentro del local vio pasar dos veces a un joven ladrón en actitud sospechosa y minutos más tarde advirtió que le había robado la bici. La víctima salió a perseguir al delincuente hasta que lo alcanzó, le dio una violenta paliza y lo metió adentro de un canasto de basura. El asaltante terminó con el brazo, la muñeca y la nariz fracturados.
“Fue un increíble, pero se hizo justicia porque vio que le robó la bicicleta, era conocido de él, lo siguió, lo enganchó y le dio una paliza increíble”, contó un comerciante de la zona.
“El delincuente le había mentido, le dijo que no le había robado la bicicleta. Se conocían porque vive a dos cuadras de su casa. Son conocidos. Él lo vio pasar dos veces, la segunda con su bicicleta. Le pegó durante nueve cuadras. Lo alzó de una manera que parecía que lo iba a estampar contra el piso, pero lo metió adentro del canasto -relató-. Pienso que con la paliza que recibió no va a volver a robar por un buen tiempo”.